El 30 de septiembre, se conmemora el 18º aniversario del martirio del niño palestino Mohammed Al-Durra en el segundo día de la Intifada de Al-Aqsa, lo que lo convierte en el ícono y la inspiración de la intifada palestina y un símbolo humanitario en una escena que el mundo no olvidará.
Dieciocho años atrás, Mohammed, un niño de 12 años, caminaba junto a su padre en la calle Salah al-Din en la Franja de Gaza cuando las fuerzas de ocupación israelíes le dispararaon sin culpa.
Mohammed y su padre intentaron esconderse detrás de un barril de concreto, mientras que el padre trató de proteger a su hijo con todas sus fuerzas. Sin embargo, las balas le rompieron la mano derecha. Mohammed recibió un disparo primero en la pierna derecha, y luego recibió más balas en la espalda.
Mohammed falleció de inmediato, pero su padre sobrevivió.
La segunda Intifada palestina (levantamiento) estalló el 28 de septiembre de 2000, después de la toma de posesión del ex primer ministro israelí Ariel Sharon, en la mezquita Al-Aqsa, junto con un gran ejército y fuerzas policiales.
Sharon luego recorrió el patio de la mezquita y dijo que el «Monte del Templo» seguiría siendo un área israelí, provocando a los palestinos, y que estallaron enfrentamientos entre fieles israelíes y soldados.
Mohammed al-Durra se ha convertido en un símbolo de la segunda intifada, y su ejecución ha enfurecido a los palestinos en todas partes, lo que los ha llevado a estallar en manifestaciones furiosas y enfrentarse al ejército de ocupación.
La segunda Intifada resultó en la muerte de 4.412 palestinos, mientras que 48.322 resultaron heridos. Por otro lado, 1.069 israelíes murieron y 4500 resultaron heridos.
Fuente: Ababil.org
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